La música

Cada melodía escuchada, es un recuerdo compartido; cada estribillo cantado, es un pedazo de vida usado para comprar la inmortalidad de ese momento.

Mientras caminas por la calle adornada por la hojarasca, producto de los lazos de otoño, caes en cuenta que existe un coro en el cual siempre podrás cantar; ese coro donde conoces cada melodía y en donde cada una de las canciones despierta tu parte más humana, lo que una vez compartiste y que tu mente recuerda... como si hubiera sido ayer.

Día cero

El tiempo es infinito, nunca se detiene, sigue su curso como el agua corre por un río.

Sentir que el tiempo se acabó, que ya no hay más solución; sentir eso justo cuando comienza el ligero dolor en altas horas de la madrugada. La estabilidad ya se acabó, después de tanto, todo se derrumbó y sólo dejó tristeza y dolor.

La lluvia llega, avanza y arrasa, dejando charcos y montañas de lodo en el que sucumben tantas vidas que es imposible hacer caso omiso.

Hay que palabras que tuvieron que emprender el vuelo y llegar hacia mí; hay palabras a las que tuve que dejar ir... pero entre todas las cosas, yo sigo parado aquí, como objetivo de las gotas de lluvia, que se estrellan en mi rostro, anunciando que el día cero... ya pasó.

Escucha lo que el mundo dice, ya que es el mejor conocimiento basado en la experiencia que sólo tiempo puede brindar.

El Viaje

Espera por mí en el mismo lugar de siempre, donde sólo nuestras pequeñas conversaciones pueden llegar.
Sólo en el fondo del abismo, aguarda nuestra barca; viajaremos a esa tierra que se encuentra más allá del ocaso, guiados por la voz que vive en tu interior...

Universo

La distancia que ahora nos separa es tan grande como el infinito universo expandiéndose. Pero dentro de tanto caos, van surgiendo planetas, como los recuerdos que nacen, de la combinación de lo que una vez fue nuestra materia.

Firmamento

Mira hacia arriba, allá en el firmamento, allá donde las estrellas brillan y no dejan de titilar. En algún lugar de este extenso universo, alguien también alza la mirada para contemplar la majestuosidad del cielo.

Alguien en algún lugar se ha enlazado contigo en una de las acciones más primitivas de la humanidad: contemplar el cielo nocturno y comenzar a soñar, sólo que esta vez, sus vidas combinadas ya están.

Mejillas

Con la mirada puesta en las estrellas, el viento suaviza mis mejillas, recordándome que ahora esperan regresar a la cima que ahora está nublada.

Noviembre

La vida pasa y no la puedes detener; cuando has caído en cuenta, Septiembre ya dejó de ser;
el tiempo pasa volando, brindándote un nuevo año de ilusión. Los sueños vuelan sobre tu cabeza, aterrizando en los recuerdos de la vida, los cuales te comunican a gritos, que los años se te escapan de las manos, aunque las estaciones se miren igual.

Tu mirada será la misma, pero el brillo de tus ojos tiene otra tonalidad.

Si quieres disfrutar, una decisión debes tomar; seguir en donde estás en una opción para gozar, pero huir de tu sitio, puede ser algo que nunca lamentarás, porque al final de cuentas... Noviembre nunca está tan mal.

Otoño llegó

Cuando la hojarasca vuela y el viento da vueltas en tu cabello,

me doy cuenta que las nubes han dejado escapar un rayo de sol,

el cual, como un kamikaze, en su rostro se postró.

Es entonces cuando me doy cuenta que el otoño llegó

y que tus suaves manos, buscan mi calor corporal;

que tu mirada se topa con mis ojos que divagan,

y tu respiración se vuelve uno con el vapor expulsado del centro de mi interior.

Siéntete libre, de decir lo que piensas, de hacer lo que quieras, pero sobre todo, de sentir lo que creas.

En este mundo lleno de vanalidades, la razón es un arma de amor, que purifica los escenarios donde nos encontramos y adorna los caminos por los que transitamos.

Siéntete libre de creer o no, porque después de todo, la verdad la haces tú, aunque todo a tu alrededor sea de otro color.

Siéntete libre de dudar, porque, no siempre tu gusto es el ideal, aunque tus palabras pinten cada rincón del cuarto donde tú estás.

La duda y la razón siempre envuelven al corazón, dándote muchas armas que sólo tú sabrás como las empleas en este mundo vanal, el cuál crees que está lleno de calamidad.