domingo, abril 12, 2020

El andar

Si nos ponemos a pensar, no habríamos creído que llegaríamos aquí;
pensando, nos hubiéramos quedado al margen de nuestras ideas.

Los sueños abrumaron nuestro camino y nos hicieron volar;
con las alas blancas, surcamos el cielo;
nos dejamos caer por el acantilado...
y disfrutamos el viento en nuestros rostros.

No hay rayo de luz que no ilumine lo necesario;
no hay oscuridad que no permita perderse en nuestros cuerpos.
Nuestras manos vagan por nuestra piel
y nuestro labios se funden en lo exótico de los placeres.

Dijimos que si, a lo que se avecine en el horizonte;
decidimos ir por el mundo, tomados de la mano,
buscando el más simple pretexto de tirarnos a la arena.

Nuestros cuerpos se pueden fundir en uno solo;
nuestros pies pueden ir por diferentes veredas,
pero un sólo camino, guía nuestros pasos.

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