Y a veces miro al cielo esperando encontrar respuestas.
En ese inmenso vacío, ya no queda nada...
Larga fue la espera... el resultado fue ilusorio[.]
Con la mirada clavada hacia arriba, observo pasar las estrellas...
Y a veces miro al cielo esperando encontrar respuestas.
En ese inmenso vacío, ya no queda nada...
Larga fue la espera... el resultado fue ilusorio[.]
Con la mirada clavada hacia arriba, observo pasar las estrellas...
Poco a poco te has acercado; poco a poco has dejado tus ojos al desnudo. Aunque te ocultes bajo el naranjo, desde mi habitación me he percatado como me observas.
Esos ojos serenos y profundos han hecho mella en mi alcoba.
Con tus manos ásperas, has querido subir, pero la inseguridad de tus pies te ha detenido.
Tu respiración despierta bajas pasiones en mi subconsciente, mientras mi piel reacciona y se erizan cada uno de los vellos que me visten.
Pero, como nunca me has dicho tu nombre, es un hecho que nunca podrás llegar hasta aquí.
Un billete hacia la eternidad,
donde las estrellas no dejan de brillar.
El tiempo no transcurre,
sólo se le ve pasar.
Las emociones se duplican
y el calor aumenta.
Los sueños son cumplidos,
por medio de fantasías.
Después de cada suspiro
apareces en el aire
y de la nada te vas,
dejando ese aroma agridulce.
Corre como loco,
algún día te detendrás
y espero que sea
en la puerta de mi hogar.
En el angosto camino, su perplejidad creció y se apoderó de su mente.
Sin respuestas, su mirada cruzaba el horizonte, esperando encontrar un punto donde posarse.
El punto nunca llegó y las respuestas, aunque solo una fuera, a sus oídos nunca llegó.
Te esperé tanto, que mis pies se quebraron como el lecho de un lago seco.
Mi mente se dio cuenta que las horas que te dediqué, fueron lo mejor para hacerme entender que la felicidad no llega a los árboles secos, mucho menos a un ser congelado en el tiempo.
Pero al caminar miré hacia atrás... y descubrí que mi corazón aun te esperaba.
Con la mirada puesta en las estrellas, el viento suaviza mis mejillas, recordándome que ahora esperan regresar a la cima que ahora está nublada.