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martes, julio 03, 2018

Miedo a medianoche

Cuando las luces desaparecen, tu respiración azota mi piel, como el vendaval de un huracán, dispuesta a luchar y dejar estragos en mí.

Sólo hay tinieblas; la oscuridad se ha apoderado de todo. Entre mis pensamientos y mis pesadillas, los ruidos nocturnos hacen mella en mi mente, la cual no para de buscar una salida.

Entre jadeos y gotas de sudor y, ante el inminente grito de terror, tus dedos rozan los vellos erizados de mi piel… ese choque eléctrico me inmoviliza… detiene todos mis músculos y, poco a poco, mis sentidos se agudizan hasta captar un calor en la oscuridad, una flama invisible que se acerca a mí y que no sé cómo interpretar.

Sin nada más que perder, me dispongo a luchar… contra todos los demonios nocturnos que se atrevan a llegar…

Entre susurros y palabras incoherentes me abrazas y me dices que todo está en paz; no hay nada de qué preocuparse, sólo me tengo que volver a dormir y tratar de descansar.

Sin batallas ganadas; sin explicación alguna, has ganado la guerra.

domingo, septiembre 28, 2014

Fuga

Como cisterna con llave descompuesta, las ideas caían lentamente; poco a poco sin cesar se han ido acumulando.

Sin prestar atención a la gotera, mi cabeza acumuló pensamientos, comenzando a llenarse peligrosamente.

Con tantas ganas de salir gritando y dejar que el viento se lleve las palabras, que ahogue las ideas y selle la entrada.

Al final, los deseos son la utopía de un sueño, que plasmado en la realidad, sorprendéntemente nos deja desilusionados de lo que realmente nos atrevemos a hacer.

miércoles, diciembre 26, 2012

Una tarde

Es demasiado tarde para comprender que el viento del norte, cargado de aroma a pino y cedro, deslizándose por tus mejillas, anunciaba algo más que la llegada del otoño.

Tus pensamientos refrescó, pero tus ideas jamás se llevó, simplemente las enturbió lo suficiente como arrastrarlas hasta el patio de atrás, en donde una vez jugaste y creíste amar.

Tan grande fue tu distracción, que el cielo no vislumbraste y cuando tus ojos se dieron cuenta, una llovizna limpió tu cara, estremeciendo tu piel, pero alegrando todo tu ser... esa lluvia precipitada, es sólo un poco de magia que alegra tu corazón.