Había una vez[...] una hechicera blanca que siempre andaba por el sendero de la esperanza. Ella siempre caminaba con una simpática danza que cautivaba a cualquiera que pasaba.
Hubo una vez una noche de gran movimiento, en donde los poderes de la oscuridad ennegrecieron ese día de lluvia gris, en el que el ciclo comenzaba y todo se reiniciaba.
Tras llegar la oscuridad, los habitantes del reino de los aires comenzaron a caer, comenzaron a observar más allá del horizonte, en donde las estrellas alumbran por siempre y el firmamento elabora sencillos y complicados paisajes celestiales.
Al terminar con la poca resistencia, la oscuridad se apoderó del último aliento de la gloria y comenzó a luchar contra la hechizara que aun deambulaba por la esperanza[;] al no poder vencerla, la encadeno a la miseria, para que el tiempo se encargara de hacerla sufrir a cada segundo de su inmortal vida.
Cada día le decían que se olvidara de su reino, que nunca más volvería a latir... pero cada que le comentaban ella alegaba que se podrá dejar de ver y a lo mejor comenzar a olvidar, pero nunca podrán hacer que remueva ese sentimiento que todas las mañanas la hará recordar...
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