A cada experiencia encontrada, llega un momento de paz; ese momento que es difícil ignorar y que, sin querer, nos hace pedir más. No es cualquier instante sublime, es un minuto invertido en respirar, muchos segundos en contemplar la obra maestra que te comienza a rodear.
Cada lazo realizado; cada vivencia disfrutada; cada momento compartido es la creación de un nuevo cuadro... un cuadro que al final, tendremos que colgar para poder contemplar y poder decir: "mira lo que hemos hecho, ahí está!".
Pero todo no se muestra en un cuadro, por más piezas que tenga; el resultado se contempla cuando se monta la exposición de arte y podemos desmantelar nuestra vida, para admirarla por partes y recordar lo valiosas que han sido las personas de nuestro camino, así como lo lejos que hemos podido llegar...
ASI ES, TIENES LA BOCA PLAGADA DE VERDAD...
ResponderEliminarDON CHON