viernes, julio 17, 2015

Anonimato

Poco a poco te has acercado; poco a poco has dejado tus ojos al desnudo. Aunque te ocultes bajo el naranjo, desde mi habitación me he percatado como me observas.

Esos ojos serenos y profundos han hecho mella en mi alcoba.

Con tus manos ásperas, has querido subir, pero la inseguridad de tus pies te ha detenido.

Tu respiración despierta bajas pasiones en mi subconsciente, mientras mi piel reacciona y se erizan cada uno de los vellos que me visten.

Pero, como nunca me has dicho tu nombre, es un hecho que nunca podrás llegar hasta aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario