sábado, julio 02, 2016

Alucinación

Con las pupilas dilatadas y los poros abiertos, el camino de baldosas amarillas reflejaba la luz en mi cuerpo.

Estelas de colores adornaban mi andar; luciérnagas corredoras dejaban un polvo tornasol que, aunque me hacía estornudar,  me doblaba de la risa.

La tristeza no tiene lugar; los pilares de este mundo son paz y alegría. Justo  cuando era inmensamente feliz, crucé el umbral...

Wonderland se quedó atrás; en su lugar, una serie de punzadas en mi cuerpo abrumó mi corazón.

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