Buscando dentro de mí, pude descubrir
lo que es navegar cuando tú no hablas más,
cuando yo te hablo
y tú sólo admiras un velero.
Es difícil vivir así,
pero es más fácil que vivir
intentando fingir que la felcidad de aquí
se hizo sólo para mí.
Que el mar un día se enmudecerá,
que los bebés dejarán de llorar
y la luna sin su luz
la noche de lunáticos y enamorados alumbrar.
Estoy mal, pero no te pido
que vengas a salvarme,
porque en el mundo en que estoy perdido
comienzo a familiarizarme
y tu esencia no me ha consumido...
No hay comentarios:
Publicar un comentario