Cuando alguien toque a tu puerta y decidas salir al encuentro de aquel sonido que perturba tu serenidad, descubrirás que nada es lo que pensabas; todo lo que un día resultó ser perfecto, ahora son pedazos de mampostería que se caen al vacío, llevándose consigo lo que una vez creíste y sentiste que eran sueños...
Sueños que no volverán a hacerte feliz... ¿por qué? porque sólo fueron una ilusión de lo que creías que amabas, pero que nunca te satisfizo en lo más mínimo.
Sueños que no volverán a hacerte feliz... ¿por qué? porque sólo fueron una ilusión de lo que creías que amabas, pero que nunca te satisfizo en lo más mínimo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario