sábado, abril 12, 2014

La espera

Te esperé tanto, que mis pies se quebraron como el lecho de un lago seco.

Mi mente se dio cuenta que las horas que te dediqué, fueron lo mejor para hacerme entender que la felicidad no llega a los árboles secos, mucho menos a un ser congelado en el tiempo.

Pero al caminar miré hacia atrás... y descubrí que mi corazón aun te esperaba.

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