viernes, septiembre 18, 2009

Cuando volar vuelve a ser un sueño

Volando siempre en libertad
vemos todo con gloria y paz,
unas cosas subir y otras bajar;
al final, lo que importa es volar.

No importa cuánto subamos
o cuánto bajemos;
nunca nos interesa a dónde vayamos
ni con quién estemos,
lo único que deseamos es volar.

Volando dominamos nuestro entorno,
logramos vernos grandes,
nos vemos pequeños
y también nos vemos reales.

Tan reales como todo ser de la tierra,
cuyo destino nunca ha sido volar...

Cuando pensamos en la lluvia,
pensamos en el cielo,
cuando pensamos en el cielo,
pensamos en los ángeles
y cuando pensamos en los ángeles,
pensamos en volar;
cuando imaginamos volar,
recordamos nuestra libertad!!!

Con la lluvia crecen las ganas de volar,
pero también crece el riesgo de caer.
Muchos ven un pájaro cayendo,
yo veo un sueño alejándose.

Cualquier cosa que hagas,
a dónde quiera que vueles,
te puede llevar a caer,
caer en un abismo oscuro y siniestro
que si no están tus amigos, jamás regresarás...

Cada minuto que pasa, es un minuto robado,
cada persona que estimamos, es una pérdida en el futuro...

Cuando vemos que hemos caído
vemos que no nos dormimos en nuestros laureles,
que salvamos vidas con el simple hecho
de V O L A R!!!

Al final, nada queda, sólo un puñado
de sueños rotos y logros que sólo vuelan.
Una vida que pasa y cuyo único sueño
es volar...


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