sábado, octubre 15, 2011

Caminante

El recorrido hacia su casa, no era un trayecto lejos, mas bien, era un camino estrecho; que pasaba por un jardín y el armatoste de un tren viejo.

Las vías, esqueleto de un gran cuerpo, eran tan fuertes, como para soportar a un tren nuevo. Todo se movía, cuando pasaba el chico nuevo.

Esta alma resignada, tenía en mente su corto trayecto, encantando de caminarlo, siempre con un poco de viento. Caminaba y brincaba sin ningún contratiempo, pensado que era el rey del mundo, frente a ese jardín, que algún día fue de ensueño.

Por alguna razón, decidió pisar los restos moribundos de esa gran viejo, para sentirse mas grande y lleno de mucho anhelo. Nunca tomó en cuenta, la fuerza del tren nuevo, que con su fuerza vigorosa, movía todo con su gran viento.

La sorpresa fue grande, pero mas grande fue la acción de pisar en falso, hasta encontrar la emoción, que provoca la adrenalina, cuando pierdes el control.

Un paso en falso, fue un corte muy bueno, que tambaleo al joven, al caer en seco; grande fue su herida, pero mas grande fue su asombro, al mirar las entrañas hasta llegar al hueso.

El impacto fue muy grande, tanto que quedó perplejo, buscando encontrar ayuda, el muy tonto no dio por hecho, que estaba frente al vigoroso tren muevo, que de un pequeño golpe, lo regresó al suelo...

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