domingo, junio 08, 2014

Taza de café

Sin más remedio que seguir con la mirada los acontecimientos de mi mesa, como si de ello dependiera mi destino.

Movimientos suaves pero constantes que aromatizan mi pensar, dejando de lado los miedos que una vez tu me supiste enseñar.

¿Qué más remedio tiene esta situación?, ¿hasta dónde he de llegar? Sólo puedo detenerme y, en lugar de pensar... ha llegado el momento de actuar.

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