Llueve otra vez; el clima no se decide a humedecer la tierra o secarla. Entre nube y nube, los rayos del sol se asoman y esperan iluminar una sonrisa...
Es una lástima que en esta villa, la seriedad gobierna.
Entre rayos y vendavales, la tormenta se dejó sentir. A lo lejos se pudo observar una figura que se iba... nadie supo decir quién abandonó la villa.
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