Mariposas blancas que con sus alas desprenden magia a tu alrededor. Despeinan tu cabello, como si fueran la brisa del mar.
Su delicadeza descansa en lo fijo de tu mirada; acto solemne de seguridad.
Cierra los ojos y sonríe al sol, la alegría no se demuestra si tus labios están serios. La alegría brilla en los suspiros que se esconden en el tiempo.
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