Mi mente piensa en ti; te atrae como imán al hierro. Esperando que pienses, aunque sea un segundo en mí, porque el verte a cada momento, me hace sentir enganchado a un fantasma.
A un fantasma lo puedo ver, pero mis manos desean tocar; mis dedos desean acariciar tu piel y sentir cada uno de tus vellos levantados.
No dejes un suspiro en mi cuello, porque eso me confirma que sí eres un fantasma; entre la oscuridad te encuentro, pero de día no dejo de verte... espero estar cayendo por amor, porque de otra forma, me estaría volviendo loco...
No hay comentarios:
Publicar un comentario