Tu calor me llena, me hace sentir con vida; tus besos me erizan la piel y me hacen perder el aliento. Tus manos... ¡oh tu manos! me hacen llegar a lugares inimaginables, me hacen sentir tan bien, tan... tan... tanto dolor.
Dices que me amas... no niego que yo también te amo... y por todo el amor que siento por ti, he sacrificado mi ser, porque, ¿eso es lo que se hace por amor, no? Esperaré con ansias a que llegue el momento en el que mi sacrificio rinda frutos y me ames sin dolor y con locura.
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