miércoles, noviembre 05, 2014

Cielo gris

El deleite de la lluvia detrás de mi ventana no tiene comparación; sentir como el viento se cuela por las rendijas y me abraza. Dedos fríos, aliento fresco, susurros roncos... la situación perfecta alumbrada por los rayos en el cielo.

¿Cómo no disfrutar de este espectáculo? Una taza humeante me recuerda lo cálida que puede ser una tarde lluviosa.

En el fondo aun te extraño y espero verte cruzar el umbral de la puerta, pero la lluvia es fuerte y nadie pasea en estos momentos por las calles.

Sonrío para mí, por las maravillosas circunstancias. El lodo se ha hecho y tu recuerdo... aun continúa fresco.

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